Vacancia presidencial: así fueron destituidos tres mandatarios

Vacancia presidencial: así fueron destituidos tres mandatarios


Dos de ellos –José de la Riva-Agüero y Guillermo Billinghurst– dejaron la presidencia tras una intensa pugna con el Congreso.


Riva-Agüero, Billinghurst y Fujimori son los tres presidentes vacados en nuestra historia.



Giovanna Castañeda Palomino

 
Hace diecisiete años, en noviembre del 2000, Keiko Fujimori dejaba Palacio de Gobierno en compañía de Ana Vega, quien hasta ahora es una de las personas más cercanas de su entorno. El Congreso había decidido vacar por incapacidad moral a su padre Alberto Fujimori. Días antes, el ahora encarcelado ex presidente había renunciado a la presidencia desde Japón.

Hoy Keiko Fujimori no está en Palacio de Gobierno. Pero con los votos de su partido Fuerza Popular –la bancada mayoritaria– el Parlamento definirá si Pedro Pablo Kuczynski (PPK) se convierte en el cuarto presidente vacado en la historia republicana del Perú.

El enfrentamiento entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo no es nuevo, ni de este siglo: data desde 1823, solo dos años después de haberse declarado la independencia. 

José de la Riva-Agüero, el primero en llevar el título de presidente del Perú, fue depuesto de su cargo por el Congreso durante la primera parte de la época fundacional de la República. 

Antes de este hecho, el Congreso había erigido como autoridades supremas del poder militar a dos venezolanos: a José de Sucre y Simón Bolívar. De esta forma –precisa Jorge Basadre Grohmann en su libro "Historia de la República del Perú"– el presidente de la República había sido privado por el Parlamento de un atributo propio del Poder Ejecutivo al entregar dichos poderes a generales extranjeros. La pugna fue intensa.

"Enterado de la suprema resolución del Soberano Congreso la más sincera expresión de mi gratitud, tanto por aliviarme de un peso superior a mis débiles fuerzas, como por la salvación que debe esperar bien pronto la Patria teniendo las riendas del gobierno una persona que reúna todas las cualidades para salvarla”, escribió Riva-Agüero en una carta, según cuenta Basadre . 

Riva-Agüero narró a través de un manifiesto que publicó desde Londres un año después, que aquella vez se reunieron en el Callao treinta y ocho diputados de sesenta y nueve. Finalmente, veintisiete votaron su destitución.

Basadre explicó que debido a la inestabilidad que en ese entonces existía en Lima por el asedio de las tropas españolas al mando del general José de Canterac, Riva-Agüero "huyó" a la ciudad de Trujillo. 

El Congreso depuso por segunda vez a un presidente de la República, a Guillermo Billinghurst, en 1914. Desde el inicio de su periodo, su Gobierno fue atacado por los grupos parlamentarios de oposición, entre ellos representantes del Partido Liberal.


(Foto: Archivo El Comercio)


El 4 de febrero de ese año, la edición de El Comercio informó que el entonces mandatario "se vio obligado a firmar su dimisión, la cual decía: “En vista de la actitud asumida por la guarnición de Lima, invocando la defensa de la Constitución, dimito la presidencia de la República, como se me exige”.

Billinghurst fue conducido a Chorrillos donde se le embarcó en una balandra que era propiedad de los socios del Club Regatas. El ex mandatario fue obligado a salir del país. Radicó por un tiempo en Arica, desde donde escribió un manifiesto en el que intentó explicar que las reformas que pretendió hacer en el Parlamento le costaron el cargo. “En verdad que yo procuré, en todo instante de mi corto periodo presidencial, hacer más administración que política, pero no según la abominable fórmula de los tiranos que exhiben su labor administrativa como espejismo para deslumbrar a los pueblos", fueron sus palabras. Un año después de su salida de la presidencia, falleció en Iquique, Chile. 

-La última vacancia-


Pasaron ochenta y seis años para que un tercer presidente sea vacado por el Congreso. Este caso fue diferente: Alberto Fujimori había renunciado días antes desde el Japón. El mismo día que se resolvió su destitución histórica, el renunciante dio una conferencia desde Tokio para decir que se quedaba en aquel país por tiempo indefinido. 


(Foto: Archivo El Comercio)

Aquel debate del 21 de noviembre del 2000 –que tuvo una cobertura inédita con casi 200 periodistas entre nacionales y extranjeros– duró más doce horas. Se trató de un debate áspero, confrontacional y violento en medio de una extrema crisis política. La propuesta de vacancia de Fujimori fue planteada por Xavier Barrón y Manuel Masías, entonces congresistas de Somos Perú.

En ese entonces, el hemiciclo del Congreso se transformó en una especie de tribunal: los oficialistas de Perú 2000 intentaron defender al renunciante presidente que huyó al país asiático. Argumentaron que en sus diez años de gobierno se acabó con la hiperinflación y el terrorismo, y se resolvieron los conflictos fronterizos. 

Los opositores, en cambio, centraron sus críticas en el 5 de abril de 1992, cuando Fujimori quebró el ordenamiento constitucional. También sobre los casos de corrupción y de violación de derechos humanos que ocurrieron en la última década y que no fueron investigados.

"La suerte está echada, pero no vamos a bajar la cabeza", dijo en ese entonces Luz Salgado, quien hasta ahora continúa en el fujimorismo como uno de sus principales cuadros. Es una de las parlamentarias que votará una segunda vacancia presidencial. Jorge del Castillo, del Partido Aprista, también estuvo en ese entonces y fue uno de los que votaron a favor de la destitución.

La votación fue contundente: 62 votos a favor de la vacancia por incapacidad moral permanente, 7 en contra y 9 abstenciones. Con la renuncia de los vicepresidentes de Fujimori –Francisco Tudela y Ricardo Márquez– Valentín Paniagua se convirtió en presidente transitorio. Este jueves veremos si se escribe un nuevo capítulo en la historia. 

Fuente: El Comercio

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